Un dormitorio para un niño de 6 años pero con vistas a que, con pocos retoques y un lavado de cara dentro de unos años, con la misma base se convierta en un dormitorio juvenil. Con piezas que pueden durarle toda la vida.Este es el dormitorio de Álvaro, un niño amante de los bichitos, animales y la naturaleza: quisimos reflejar en este proyecto su personalidad y gustos.Un papel pintado donde perderse en el bosque buscando esos animalitos, con un color intenso pero suave que le aporta un toque más juvenil a la estancia.Un armario, una cómoda y un escritorio con un acabado de madera de roble espectacular. La cama con un arrimadero y una librería diseñada con muebles modulares a medida.Todos los textiles seleccionados cuidadosamente para no romper ese estilo natural y aportando un toque de color que contrasta con el resto de acabados.